Reportaje: Amparo Gómez y la vida de taller

Amparo Gómez, dueña de la firma Espolín, es una de las indumentaristas con más experiencia en tema de trajes regionales. Nos habla de la vida en un taller y de cómo se desarrolla su trabajo día a día.

Espolín es una de las firmas de indumentaria regional más conocida en Valencia y gracias a su experiencia de más de 30 años Amparo Gómez sigue manteniendo una alta calidad en sus creaciones.

Para hacer todo esto hay que seguir reglas muy rígidas y saber gestionar el taller con una precisión increíble. Pruebas, corte de patrones, trabajo de costura: para que un traje salga bien es necesaria una infraestructura importante y que la organización sea buena, porque en temporada el trabajo es mucho y el tiempo es poco, y nunca se puede retrasar una entrega.

Amparo puede contar con el apoyo de Pepa Soriano, su nuera, que coordina la parte comercial, la gestión de los clientes y las combinaciones de los complementos, así que ella pueda centrarse en la parte de producción.

El trabajo en equipo es el punto fundamental del taller. El diseño de cada corpiño se estudia para que cada prenda tenga detalles exclusivos y diferentes, teniendo también en cuenta los gustos personales de los clientes, siempre que queden en el interior de la linea de trabajo. Además, hay una formación continua en corte y confección para garantizar calidad en valenciana, ceremonia y comunión.

Otro elemento imprescindible de la firma es el cuidado y el asesoramiento que se ofrece al cliente: todos los trajes se tratan como si fueran de Falleras Mayores, aunque no lo sean. La buena organización y las buenas relaciones que hay entre todas las personas que forman el equipo de Amparo, ayudan a hacer salir bien el producto final y a realizar la ilusión de todas las personas que entren por su puerta.